
La ubicación no podría ser mejor, a menos de 50 metros están la arena y el mar que todo lo cura. Saliendo del hotel se encuentra la cosmopolita Quinta Avenida, con sus tiendas, restaurantes y bares. El nombre y la decoración están inspirados en la zona arqueológica de Labna, ubicada en el estado de Yucatán.

La arquitectura es bastante interesante con vueltas, escaleras y puentes que conectan edificios con muchas plantas que le dan una atmósfera respetuosa de la naturaleza. Conservamos un majestuoso árbol, dentro de nuestras instalaciones.
Excelente relación precio-calidad.
El personal es amable y amigable.
Las habitaciones son inmaculadamente limpias.
Como parte de la filosofìa ambiental, se recolecta todo el material reciclable.
Nuestro ingles no es perfecto, haremos lo mejor para hacernos entender.